Hace ya un tiempo comenzó el movimiento enfermero. Ese que pretendía (y con toda la razón del mundo), que no dependíeramos de un médico a la hora de administrar un simple paracetamol o una vacuna antigripal. Y que a día de hoy sigue prácticamente igual a base de menosprecios por parte de nuestro Gobierno y del ex-ministro de salud Alfonso Alonso.
A continuación, en este post, voy a redactar como comenzó todo y voy a dar algunas noticias más propias de humor que de la realidad y mi opinión sobre todo este tema.
Todo comenzó hace 10 años el 26 de julio de 2006 cuando se aprobó la Ley de garantías y uso racional de medicamentos y productos sanitarios. En esta ley, se estableció que sólo los médicos, odontólogos y podólogos podían recetar fármacos sujetos a prescripción médica dejando indefensos los intereses enfermeros.
Seis años después, tras las múltiples quejas de enfermería al Gobierno y a los diversos partidos, se aprobó en diciembre de 2015 un Real Decreto que permitía a los enfermeros regular el uso, autorización y dispensación de medicamentos y productos sanitarios sobre humanos. Pero ese RD, nunca llego a ver la luz tal y como surgió pues el Ministerio de Sanidad decidió cambiarlo motivado por los colectivos médicos. Concretamente, dicho cambio fue en el artículo 3: "Para llevar a cabo funciones relativas a la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica, es necesario que los enfermeros estén acreditados y además que con carácter previo el médico reseñe en la historia clínica el diagnóstico, la prescripción y el protocolo o guía de práctica clínica y asistencial a seguir en cada caso y para cada paciente".
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Dicho esto os sugiero que veáis este enlace: Los profesores asturianos, obligados a administrar la medicación a los alumnos enfermos
Vaya, vaya... Al parecer un profesor sin conocimientos médicos, farmacológicos ni de salud pública puede dar a un crío un fármaco sea de la índole que sea por orden expresa de los padres pero si a mí en el hospital esos padres me piden un simple calmante que no está recetado por el médico (sea por el motivo que sea) yo no puedo administrarlo.
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Me parece increíble que la mofa del Gobierno hacia nuestro sector este llegando tan lejos, ¿qué no se dan cuenta de que somos nosotros los que estamos día tras día acompañando y administrando fármacos al paciente? Porque esa es otra, nosotros no podemos recetar y al parecer según el Gobierno que ni pensemos por nosotros mismos, pero luego seguimos una orden médica incorrecta y todo el mundo pierde la cabeza y sobretodo nosotros, porque el médico es un simple intermediario que firma y adiós pero nosotros estamos al pie del cañón día a día, preparando cientos de medicaciones, aerosoles, enseñando al paciente etc. ¿Confían en nosotros como para que les demos la medicación pero no confían en nuestro juicio CON CONOCIMIENTOS SOBRE LA MATERIA para recetarlo? ¿Ni un simple ibuprofeno? Pues no lo entiendo.
Lo que en mi opinión pasa, es que los médicos tienen miedo, sobretodo los que presionaron al Ministerio para modificar el RD, ¿qué os pasa? ¿tenéis miedo de que un enfermero por recetar una pomada o un analgésico básico que se da en cualquier farmacia sin receta os vayamos a quitar el trabajo? Somos tan capaces como los médicos para administrar medicamentos básicos por juicio propio pues para eso somos un Grado Universitario y no una FP, para eso pasamos 4 años estudiando, nos preparamos unas oposiciones y elegimos más tarde si estudiar un master o una especialidad, para ser PROFESIONALES y saber lo que hacemos con base científica.
Dicho esto, considero que el "nuevo" Gobierno debería replantearse como ayudar a la enfermería porque el día de mañana, somos nosotros los que les cuidaremos y estaremos delante de su cama día sí día también.
Bibliografía
La información de este post fue sacada de la página web del Sindicato de Enfermería.
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